PREGUNTA: Leí la haftara «No es fácil ser judío» y me llamó la atención la frase «las almas que deciden nacer judías son almas idealistas, que quieren apegarce a Dios» pero las almas gentiles que se vuelven idealistas y quieren apegarse a Dios, y que dentro de ellas se despierta el deseo de que Dios sea alabado siempre, como lo dice el texto, no a nosotros, no a nosotros sino a ti nombre la gloria; Que debemos hacer? O ellos no podrán a pegarse a Dios, con la misma intensidad que las almas judías? Cuál es el camino que tienen que recorrer para llegar a ese nivel?

RESPUESTA:

Hay muchos caminos para apegarse a Dios. La cuestión de niveles de acercamiento a Dios, solo Él lo sabe. Por ejemplo, si un judío quiere acercarse más a Dios desde el punto del servicio , queriendo ser Cohen o Levita, por más que lo desee profundamente, no lo puede ser, porque esta es una condición innata, de modo que no puede estar al nivel de estos de ninguna manera, de modo que se entiende de antemano que hay diferentes grados según la tradición, lo cual no debe causar diferencias, sino aceptar el rol que cada uno debe cumplir. De forma similar se puede ver el apego a Dios como judío o como Justo entre las Naciones. Según nuestros sabios, un justo entre las naciones tiene parte en el mundo por venir y su apego al Señor es siguiendo las leyes de Bnei Noaj. Desde ya que también está la posibilidad de convertirse al judaísmo, pero esto requiere un cambio de identidad, lo cual no es siempre recomendable. Nuestros sabios explican que, en nuestra época, es posible e incluso recomendable apegarse a Dios siguiendo las leyes de Bnei Noaj sin abandonar la identidad nacional a la cual se pertenece.