PREGUNTA: Primero somos personas que tenemos la función de ser Seres Humanos y esto es natural en el sentido que existe cierta moralidad que podemos acrecentar para despues ponerle un marco de 7 Mitzvot, y, de esta manera seremos Seres Humanos Verdaderamente (que en realidad es lo que somos por ser creados). Hasta aquí podríamos decir que somos lo que realmente somos y por lo tanto cumplimos nuestra funcion primaria. Pero donde entra la parte del rol que uno cumple, es decir la funcion que solamente uno puede realizar y aportar a la sociedad o al “organismo”, como se si soy el pie, si soy la mano el corazón o la cabeza o el dedo??? Y de esta manera saber que esta sera mi misión y poder estar tranquilo sabiendo que es lo que realmente veniste hacer a este mundo. Especialmente la parte de sustento que engloba gran parte de la vida. Existe alguna respuesta?

RESPUESTA:
Hay dos tendencias   esenciales, una que tiene que ver con lo que somos (digamos de forma innata, sin elección) y otra es la que tiene que ver con lo que anhelamos ser, con nuestra voluntad. Podríamos llamarlas (de modo de darles un marco dentro de nuestras categorías de pensamiento) causalidad y finalidad.

El rol de cada uno, la función que solamente uno puede realizar, probablemente sea el trabajo más arduo y difícil, que le lleva al ser humano quizás toda la vida, y es clarificar, depurar nuestra voluntad interna. Descubrir cuál es esa voluntad que tiene que ver solo con uno, con su misión, con la razón por la cual uno ha venido al mundo.

Cada presente es un encuentro entre la causalidad y la finalidad, con lo que proviene del pasado tenemos que lidiar inevitablemente, pero el futuro, nuestras metas, están en nuestras manos, nuestras elecciones son las herramientas con la que podemos depurar esta voluntad interna y así ir acercándonos gradualmente a la misión de cada uno.

Podríamos agregar, que el sustento no es ajeno a esto, sino que es parte de este proceso de depuración. Muchas veces, cuando alguien está completamente conforme con su trabajo, por ejemplo, que realmente encontró su vocación y hace lo que siempre quiso hacer, esto no le genera las preguntas necesarias para profundizar y tratar de descubrir su verdadera esencia, de modo de crecer de forma espiritual.